miércoles, 25 de marzo de 2009

EL GRÁFICO. COLUMNA ENIGMAS. Sor María Jesús de Ágreda, “la dama azul”. Una historia mágica y evocadora...



Yohanan Díaz Vargas
yohanandiaz@yahoo.com.mx

Entre 1620 y 1631, la monja de clausura Sor María Jesús de Ágreda realizó cerca de quinientas visitas a Nuevo México, a diez mil kilómetros de España sin salir del convento de las Madres Concepcionistas de Ágreda, Soria, gracias al don de la bilocación (habilidad que le permitía estar en dos lugares a la vez) y que desde su celda catequizó a los indios jumanes de Estados Unidos, los cuales la llaman la dama azul por tener la cabeza cubierta por un llamativo manto celeste y que les anunció la llegada de predicadores a quienes tenían que solicitar el bautismo.

Ésta es parte de la historia plasmada en la novela "La dama azul" del periodista y escritor español, Javier Sierra, acerca de una monja a quien se le atribuye la evangelización en Nuevo México, Arizona y Texas, años antes de que los frailes de la orden de San Francisco llegaran a esa región de América.

En entrevista con El Gráfico, el investigador mencionó que fray Alonso de Benavides, responsable de la catequización de la región de Nuevo México, tras escribir su célebre Memorial para el rey Felipe IV, en el que le daba a conocer el suceso, “se enteró que había una religiosa que vivía en Castilla, en el pueblo de Ágreda, que tenía fama de estar en dos lugares a la vez. Benavides inmediatamente se entrevistó con ella y tras 15 días de platicar con Sor María llegó al convencimiento de que esa mujer, que nunca había salido de su convento físicamente es la que se aparecía al norte de América y fue en 1629 cuando se dio a conocer el caso”.



FELIPE IV SOLICITÓ SUS CONSEJOS

“Al enterarse de esta historia el rey de España Felipe IV se emocionó tanto, que durante una campaña militar al norte de la Península Ibérica, se desvió de su camino para ver cara a cara a la dama azul, el rey le pidió que fuera su consejera espiritual y la monja accedió. Seis días más tarde, ambos iniciaron el envío de correspondencia a la que le siguieron otras 299 cartas en el curso de los siguientes años hasta que ambos murieron en 1665. Felipe IV tuvo un gran aprecio por sor María Jesús de Ágreda y sus cartas revelan mucho más sobre la personalidad del monarca, que ningún otro documento de esa época”, mencionó Sierra.

Al cuestionarlo sobre la importancia del contenido en esas misivas, el escritor afirmó que “el rey le solicitó a la monja ayuda en cuestiones bélicas, ya que podía estar en dos lugares a la vez, que le informara de lo que acontecía con sus tropas destacadas en el centro de Europa, así también, le solicitó que hiciera de médium entre su hijo y esposa, quienes habían muerto. La monja le describe que descendió al purgatorio y que tuvo conversaciones con ellos”.



UNA HISTORIA FASCINANTE

Sin lugar a dudas “La dama azul” es un personaje histórico extraordinario que fue interrogada por el Santo Oficio en 1635 y 1650. Ella se desmarcó de sus vuelos místicos al nuevo mundo, argumentando que confundió bilocaciones con simples visiones, considerándolas debilidades de juventud. Lo más sorprendente de este caso es que el cuerpo de Sor María Jesús de Ágreda, a 344 años de su muerte, está incorrupto y se exhibe en el convento donde vivió y murió.

Ésta es una novela que se publica en 23 países y que logró hermanar el 2 de diciembre de 2008, a la pequeña localidad de Ágreda, España con el estado de Nuevo México, Estados Unidos. En 1673 inició el proceso de beatificación de Sor María Jesús de Ágreda, llegando a ser declarada venerable por el Papa Clemente X. La dama azul recibió el premio "Latin Book Award" en 2008.



Fuente: EL UNIVERSAL Gráfico
Fotos: Punto Cero y Javier Sierra