En noviembre del año pasado 14 científicos, pilotos aviadores, ex militares de alto rango y funcionarios gubernamentales de siete países, solicitaron a la administración del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, reabrir la investigación oficial sobre los objetos voladores no identificados que fue cerrada el 17 de diciembre de 1969 y mayor transparencia en la información sobre este tema.
UNA EXPERIENCIA EXTRAORDINARIA
El testimonio más impresionante de esta conferencia en el Club de Prensa de Washintong, fue la del comandante y piloto retirado de la Fuerza Aérea del Perú, Oscar Alfonso Santa María, que hace unos días concedió una entrevista telefónica a El Gráfico y nos relató el encuentro que tuvo en su avión Sukoi US-22 con un ovni y que por décadas quedó resguardado como alto secreto militar y que tan sólo hace unos años le permitieron hablar del hecho.
El 11 de abril de 1980 a las 07:15 hrs, Santa María Huertas, fue seleccionado para derribar un objeto inmóvil en el aire "similar a un globo", muy luminoso y plateado, que sobrevolaba la base aérea de La Joya, en Arequipa, Perú, ante la mirada atónita de más de mil 800 soldados en formación. El piloto fue elegido debido a su puntería para disparar y derribar objetivos en movimiento.
DERRIBAR AL OBJETO A COMO DE LUGAR
"Mi comandante me dio la orden de despegar en un jet Sukoi para disparar al esférico porque estaba en un espacio prohibido y temíamos que fuera espionaje de algún país vecino", dijo el ex militar. Este jet de guerra de tecnología rusa era la más avanzado en la década de los ochenta y por tanto, no se permitía una equivocación.
"Me acerqué y le disparé 64 obuses de 30 milímetros algunos le pegaron de lleno, pero sin ningún efecto, el no identificado inició un ascenso súbito y comencé a perseguirlo”, indicó Santa María, quien comentó que el fuego hubiera destruido cualquier otro artefacto en cuestión de segundos. Sin embargo, dice, “el ovni agarró una velocidad de 950 km/hr, llegando a 84 kilómetros de distancia y a 11 mil metros de altura, se detuvo súbitamente lo que me obligo a realizar una maniobra evasiva para no impactar con él." El ex militar mencionó que una vez que lo vi estático, tomó altura para disparar y “cuando ya estaba fijo en la mira se comenzaba a elevar y me rompía la maniobra”.
ERA REDONDO Y PLATEADO
Al cuestionarlo sobre la apariencia de aquello que perseguía cuando se encontraba a una distancia de 100 metros afirmó que "tenía una superficie redonda, plateada de unos 10 metros de diámetro en promedio, con una cúpula de vidrio de color crema en la parte superior y una base ancha de metal que hacia que todo se reflejara. Pero también me percate que no tenia tubos de escape, ni ventanas y ningún sistema visible de propulsión". Óscar Santa María, dijo, que la persecución término 22 minutos después debido a que el indicador de combustible del jet alertaba que ya no había más.
“A mi regreso a la base me comunique con los superiores para que me autorizaran sacar otro avión, y continuar la persecución. Ellos me dijeron ¿qué pasa con el globo? les dije que no se trataba de un globo, ni nada que se le pareciera. Lamentablemente no me autorizaron más combustible, ni sacar otra nave de guerra”.
Óscar mencionó que su caso reafirma que “existe tecnología extraterrestre que por el momento es incomprensible para los seres humanos, pero que esta entre nosotros”.
ESCUCHAR ENTREVISTA - ((Óscar Santa María Huertas))
Fuente: EL UNIVERSAL Gráfico
