Yohanan Díaz Vargas, yohanandiaz@yahoo.com.mx; Twitter: @yohanandiaz; Facebook: yohanandiazvargas
No
fue una sino dos naves que en realidad se estrellaron en julio de 1947 en
Roswell, Nuevo México, una declaración que se corrió como pólvora en los medios
de comunicación después de que se diera a conocer en el portal de internet The
Huffingtonpost pero sobre todo por quien había realizado tal declaración, se
trataba del Coronel y piloto retirado de la Fuerza Aérea de Estados Unidos,
Richard French, quien sirvió por 27 años a esta dependencia militar. Declaraciones
hechas justamente 65 años después del incidente que marcó la historia de la
casuística OVNI a nivel mundial. French aseguró que ese 2 de julio, realizaba
una misión en Alamogordo, Nuevo México, cuando un objeto cayó del cielo,
quedando casi desecho.
ARMA DE PULSACIONES ELECTRÓNICAS
Richard
narró que la primera nave fue derribada cerca de White Sands debido al uso de
“un arma de pulsaciones electrónicas que se experimentaba en un avión de
pruebas, la que dañó los controles del OVNI. Cuando la impactó el pulso
electromagnético, ésta perdió el control y bingo, cayó al suelo”, dijo.
Pero, esto no sería
todo, ya que el segundo accidente según el ex militar ocurrió días más tarde y a unos kilómetros de
distancia del primer impacto, pero lo que más ha llamado la atención de las
declaraciones de French es que mencione que la segunda nave estaba cerca del
lugar de los hechos, “nosotros pensamos que era para tratar de recuperar las
piezas y los sobrevivientes del accidente. Me estoy refiriendo a la gente del
espacio exterior”, pero que este objeto también había caído por la misma arma
que la primera.
LA ENTREVISTA DE OPENMINDS
Richard
en una entrevista con el periodista José Antonio Hunneus que la publicó en YouTube,
afirmó tajantemente que tenía la orden de desacreditar todos los avistamientos
OVNIs, pero que a pesar de esta encomienda tuvo un avistamiento durante un
vuelo que realizó con destino a Tokyo, Japón, ya en ese momento convencido de
que los objetos voladores no identificados eran realidad, le confió al
periodista chileno que él tuvo conocimiento de reportes de objetos anómalos
sobre lugares donde había armas nucleares, una declaración fuerte que refuerza
la información que fue dada a conocer en septiembre de 2010 cuando siete exmilitares
e investigadores OVNI se reunieron en Washington, Estados Unidos para dar una
conferencia de prensa y decirle al mundo sus experiencias sobre el vuelo de
objetos voladores no identificados sobre almacenes de armamento de alto
potencial nuclear en la última década e incluso se dijo en esa oportunidad, que
los no identificados habían bloqueado algunos de los sistemas de lanzamiento, estamos
hablando ya de testigos de alto nivel denominados de “elite” por sus
conocimientos y preparación profesional, ante este panorama el coronel retirado
afirmó que debido a su edad, era tiempo de contar la verdad.
En
julio de 1947 una nave y sus respectivos tripulantes extraterrestres se
estrellaron en Roswell, Nuevo México, según han mencionado, pero tan bien fue
el inicio de una de las más grandes campañas en la Unión Americana de
desinformación y encubrimiento que ha durado hasta la fecha, pero que poco a
poco esa barrera se ha ido cayendo para saber en realidad lo que sucedió. En la
página oficial del FBI se puede encontrar un documento donde se hace referencia
a la recuperación de un platillo volador y sus tripulantes en Roswell. El testimonio
de Richard French, quien tuvo 600 misiones durante toda su carrera militar,
cobra una importancia trascendental al asegurar que no solo hubo uno sino dos estrellamientos
en Nuevo México.
LA INVITACIÓN
A
que usted vea o descargue el nuevo capítulo de Expediente Punto Cero que se
publica en www.youtube.com/expedientepuntocero y que cada semana le presentamos
lo más destacado de los OVNIs con entrevistas y recorridos a los lugares más enigmáticos.
Esta semana conozca la “gran oleada OVNI” que se vive al norte de México una
entrevista con el investigador y presentador, Vane que fue grabada en las dunas
del desierto de Samalayuca en Chihuahua.
Fuente: EL UNIVERSAL Gráfico