Yohanan Díaz Vargas, yohanandiaz@yahoo.com.mx; Twitter: @twitter; Facebook: yohanandiazvargas
Tras haber entrevistado a miles de personas que, después de estar
clínicamente muertas, volvieron a la vida, la psiquiatra suiza-estadounidense
Elizabeth Kübler-Ross, considerada una de las personas más importantes sobre el
estudio de la muerte, las personas moribundas y los cuidados paliativos
concluyó tras más de treinta años de investigaciones que “morir es bonito”.
Elizabeth quien falleció el 24 de agosto de 2004 y dejó un legado
de 13 libros, llegó a la conclusión de que la muerte, tal cuál la conocemos o
tenemos el concepto de ella, no es el fin, sino una transición hacia una nueva vida
de manera distinta. “El alma al salir del cuerpo sigue activa, sigue
trabajando, creciendo y relacionándose con los demás”, aseguraba la
especialista. Después de muertos físicamente, se dice que conservamos una
personalidad muy similar a la que teníamos estando vivos. En cada una de las
personas esto es distinto, pero hay ciertos factores que se repiten en todas
las culturas y religiones.
LA MUERTE ES DULCE Y POSITIVA
La principal coincidencia es que todos describen la
muerte como una experiencia dulce y positiva, esto, desde luego, con base en
los testimonios de cientos de personas que habían sido declaradas muertas, pero
que despertaban con ciertos recuerdos que fueron analizados por la doctora. Ellos
declaraban que en todo momento estaban conscientes de encontrarse en el umbral
de la muerte. Luego, de repente, salían de su cuerpo. Muchos pudieron
observarse a sí mismos, es decir, veían sus cuerpos en la cama del hospital,
atrapados entre los fierros retorcidos del automóvil accidentado o debajo de
alguna construcción que se había desplomado.
Durante una entrevista Kübler-Ross afirmó que “muchos enfermos me
han dicho que de repente se sorprendían a sí mismos flotando en el aire, sobre
su propio cuerpo, cerca del techo de la habitación. El más allá es una forma de
existencia. Es energía psíquica en estado puro. Es amor, y en esa comunión de
amor, en posesión del conocimiento pleno, viven las almas, los espíritus,
aunque en cierto modo sigan conservando una especie de personalidad propia”.
Aquí es donde entramos en un tema donde todos somos testigos ya sea
de manera personal o de terceras personas quienes nos afirman que después de
que falleció algún familiar o amigo, lo soñaron, lo vieron que iba hacia ellos para
encargarles a algún hijo, para que pagaran una manda a algún lugar determinado,
que le debían o debía dinero, entre muchos otros ejemplos, pero el que más se
conoce es cuando la persona que murió deja a un hijo recién nacido o de apenas
algunos meses, que regresa, está con su menor y se produce una gran actividad de
fenómenos paranormales que desde luego, no deberíamos tener miedo, pero como no
estamos acostumbrados, pensamos que es algo del maligno.
LAS INVESTIGACIONES
Lo que nos dicen los especialistas e investigadores sobre este tema
a nivel mundial es que las almas en el más allá tienen sus propias actividades,
por lo que cada vez se van desprendiendo más de nuestro mundo, pero cuando hay
algo pendiente se quedan entre nosotros.
+ Dr. Brian Weiss (+ AUDIO)
+ Matrimonio Yvon y Maryvonne Dray (+ AUDIO)
+ Padre Francois Brune (* AUDIO)
Algo que llamó mucho la atención del trabajo de la especialista Elizabeth
Kübler-Ross fue que en el más allá se van a cumplir todos los deseos que no
hemos visto satisfechos en nuestra vida y ponía algunos ejemplos “quienes
siempre quisieron componer una gran sinfonía lo harán allí. Quienes se quedaron
con las ganas de comer caviar y beber champán todos los días, allí lo tendrán y
quienes anhelaban ser sabios, por fin lo serán. En contraparte todos nuestros
malos pensamientos, nuestras manías y obsesiones tomaran cuerpo. Sólo cuando
todos los instintos y neurosis hayan sido vencidos, las llamas del purgatorio
se apagarán y la entrada al paraíso quedará libre”. Desde luego, todo esto lo
confirmaremos el día que nuestro corazón deje de latir. Al tiempo…
Fuente: EL UNIVERSAL Gráfico
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