La sonda japonesa Akatsuki llegó este martes a Venus y se está preparando para colocarse en órbita en una misión de dos años que podría arrojar luz sobre el clima del misterioso vecino de la Tierra. La misión marca un hito en el programa espacial nipón.
Akatsuki, que significa "alba", sería la primera colocada por Japón en órbita alrededor de otro planeta, y tiene lugar después que el país rescató una sonda tras un viaje a un asteroide.
Otros programas espaciales, incluso los de Estados Unidos y Europa, han puesto sondas en órbita de otros planetas. Los científicos dijeron que perdieron brevemente el contacto con la sonda en las últimas horas, pero que habían restablecido la comunicación.
Japón se ha visto superado en los últimos años por los progresos espaciales de China, que puso dos veces astronautas en el espacio desde el 2003 y que ha sido el tercer país en poner un ser humano en órbita después de Rusia y Estados Unidos. Sin embargo, Japón ha sido desde hace décadas una de las pioneras espaciales. Fue la primera nación asiática en colocar un satélite en órbita terrestre, en 1970, y ha desarrollado un cohete impulsor altamente confiable con su serie de H-2.
El programa espacial nipón nunca ha intentado vuelos tripulados y en cambio opera con un presupuesto reducido que se enfoca principalmente en proyectos científicos de pequeña escala. Akatsuki, lanzado el 20 de mayo, está diseñado para inspeccionar la actividad volcánica de Venus y suministrar datos sobre su espesa capa de nubes y su clima. La sonda está equipada con cámaras infrarrojas y otro instrumental.
El proyecto de 300 millones de dólares se propone mantener una órbita elíptica alrededor de Venus, con mayor acercamiento a 300 kilómetros y menor a 80 mil kilómetros , que le permitirá detectar las pautas climáticas. Uno de los misterios que los científicos esperan despejar es la intensidad de los vientos de superficie en Venus que se calcula alcanzan velocidades de 360 kilómetros (220 millas) por hora.
La agencia espacial japonesa, JAXA, dijo que la sonda seguirá estudiando Venus durante dos años. Si logra colocarse en órbita representaría un gran triunfo para Japón, que fracasó en 1998 en un intento por colocar sondas en órbita marciana. Pero en cambio la sonda Hayabusa constituyó un éxito porque volvió a Tierra después de capturar por primera vez en la historia polvo de un asteroide.