Fuente: BBC
Algunos fenómenos no identificados, como los ovnis, podrían explicarse por una luz o fenómeno eléctrico poco conocido, afirma el astrofísico australiano, Stephen Hughes. El científico realizó un estudio detallado de un acontecimiento inusual que ocurrió en 2006 cuando una gran cantidad de meteoritos fueron observados en el cielo de Brisbane. Su aparición se produjo al mismo tiempo que un brillante objeto verde al que se vio rodar por las cercanas montañas.
Hughes propone una teoría que establece un vínculo entre el objeto, al parecer un rayo globular o centella, con los meteoritos o bolas de fuego. Su idea es que uno de los meteoritos podrían haber desatado momentáneamente una conexión eléctrica entre la alta atmósfera y el suelo, proporcionando la energía para que el rayo globular apareciera por encima de las montañas. Hughes publicó su explicación en la revista científica de la Royal Society.
Fenómenos inexplicables
Hughes afirma que el extraordinario episodio, que ocurrió en una noche clara es el tipo de evento que puede llevar a uno a pensar que ha presenciado un ovni. "Si pones juntos fenómenos atmosféricos inexplicables, como la naturaleza eléctrica con el deseo psicológico humano de ver algo, eso podría explicar mucho acerca de las visiones de los ovnis", declaró a la BBC.
El científico, que es un prestigioso conferenciante de la Universidad de Tecnología de Queensland, inició el estudio después de que se le solicitara acudir a una televisión local para examinar las fotos y explicar lo que los miembros del público habían captado en las cámaras de sus celulares.
Las bolas de fuego son meteoritos excepcionalmente brillantes que se producen por fragmentos de rocas espaciales más grandes que las partículas de arena responsables de las estrellas fugaces. Pero como las estrellas fugaces, cruzan el cielo a gran velocidad.
Se cree que al menos tres bolas de fuego individuales se vieron en la noche del 16 de mayo de 2006. Una encuesta posterior realizada por la universidad logró identificar muchos más testigos, incluido un granjero que recuerda haber visto una bola luminosa de color verde bajando de una pendiente del Gran Cordillera Divisoria, una cadena montañosa de 120 kilómetros al oeste de Bribane.
El objeto descrito como de 30 centímetros de diámetro parecía saltar sobre las rocas y seguir el sendero de una valla de metal durante varios minutos. El granjero afirmó que vislumbró el objeto verde justo después de que la bola de fuego hubiera pasado por encima de su cabeza. Al principió pensó que se trataba de un accidente de avión y llamó a la policía, pero la búsqueda al día siguiente no encontró ningún resto.
Los rayos globulares o centellas parecen una explicación obvia, dice el profesor Hughes. Todavía no se comprende totalmente cómo funcionan estas brillantes esferas de luz flotante. Se sabe que están relacionadas con los tormentas eléctricas, pero no siempre, aunque ciertamente no había actividad eléctrica de tormenta en los alrededores de la Gran Cordillera Divisoria.
Hughes no ofrece una nueva explicación de las causas de los rayos globulares, sino que simplemente explica como la energía podría haber llegado al suelo y desencadenar el efecto.
El investigador propone que el flujo natural de la corriente que existe entre las capas más altas de las atmósfera, la ionosfera, y el suelo fue incrementado por el pasaje de un meteorito que incentivo la corriente y el flujo de partículas cargadas y otros materiales conductores a su paso.¡ "¿Podría ser que un meteorito descendiera de la atmósfera, habiendo pasado por la ionosfera, y creando realmente una conducción transitoria entre la ionosfera y el suelo, incluso si sólo fue durante unos segundos? ¿sería eso suficiente para cargar el suelo y luego que se produjera una descarga de alguna forma en la bola de plasma que se vió arriba?"
"Si pensamos en la ionosfera y en el suelo como las terminales de dos pilas y pones un alambre entre esas dos terminales y las corrientes eléctricas, obtienes literalmente una chispa", explica el investigador.
Gas ionizado
Otros científicos sugieren que la carga que se disipa a través del terreno puede crear bolas de gas ionizado encendido encima de él. John Abrahamson de la Universidad de Canterbury, en Nueva Zelanda, defendió la idea, hace diez años de que el rayo globular o la centella consistía en granos de minerales vaporizados que salían del suelo a través de un rayo convencional, una idea que fue verificada posteriormente con cierto éxito por investigadores brasileños.
Abrahamson describió el trabajo de Hughes como "relativamente factible" y una teoría que hace conexiones interesantes. "Aún tiene que pasar mucho tiempo antes de que todo el mundo esté feliz y satisfecho de que hayamos encontrado una solución", dijo a la BBC.
Hughes, por su parte, afirma que su publicación en la revista Proceedings of the Royal Society A: Mathematical and Physical Sciencesintentaba iniciar un debate. "No es una teoría sólida, sino más bien una sugerencia que merece la pena ser explorada", concluyó.